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Maroto y las tiendas. ¿Necesita el alcalde formación antirracista?
El alcalde de Vitoria hacía saber el martes día 16 de octubre a los medios de comunicación que el Ayuntamiento de Vitoria quiere poner en marcha un plan para controlar la actividad de los kebabs, bazares chinos y locutorios. Con ese plan pretende defender el comercio tradicional y evitar que este tipo de negocios proliferen en la ciudad. Aprovecha de paso para exponer con todo detalle la lista de las infracciones que han cometido estos locales.
¿En eso va a consistir la política de apoyo al pequeño comercio promovida por el primer edil? Pues parece un poco simple y bastante racista. Ahora en vez de pequeño comercio, lo llama “tradicional” y en lugar de confrontarlo con el gran comercio, lo confronta con tres tipos de tiendas que habitualmente son gestionadas por ciudadanos de origen inmigrante. Hace falta poca vista para señalar que los problemas del pequeño comercio de Vitoria son culpa de los locutorios o los kebabs, que son establecimientos que, igual que sucede con el resto, no están precisamente llenos de clientes en estos días (ni antes tampoco). Aunque por otro lado eso de cargar contra los últimos de la fila, contra los más pobres (cabezas de turco, si se quieren llamar así), no es una estrategia nueva. Poner a los ciudadanos autóctonos que lo están pasando mal en contra de los ciudadanos inmigrantes, que son el último escalón de nuestra sociedad, está ya muy visto. Es una maniobra bien conocida para distraernos y desviar nuestra atención de los verdaderos responsables de la situación económica que vivimos, responsables entre los que están quienes nos gobiernan, es decir, aquellos que gestionan la cosa pública y no se han destacado precisamente por su buena gestión económica en los últimos años.
Si el pequeño comercio está pasando malos momentos, habrá que hacer un diagnóstico mucho mejor, más fino y complejo, y tener en cuenta los verdaderos componentes de la situación. Y buscar soluciones acordes con ese diagnóstico. Cerrar diez locutorios es una salida chusca, si no fuera patética, y revela más sobre quien la propone que sobre el problema mismo. Desde luego que hay que hacer cumplir la ley, a todos los comercios, no sólo a los regentados por ciudadanos de origen magrebí o chino. Por supuesto. Pero generar titulares en los que salen en la misma frase de modo negativo locutorios, kebabs y bazares chinos es un acto de irresponsabilidad y significa alimentar la llama del racismo, una llama que arde bien en tiempos de crisis y que luego cuesta mucho apagar. Demasiado facilón, demasiado peligroso.
Estos días se está celebrando en el ayuntamiento de Eibar un curso para aprender a combatir los rumores contra los inmigrantes. Su objetivo es la creación de una amplia red municipal que trabaje en contra de la formación de estereotipos que a la postre «generan discriminación, un clima social negativo y pérdida de oportunidades contra estas capas de la población». En el curso de Eibar, uno más de los que se están llevando a cabo en distintas ciudades del País Vasco, Agustín Unzurrunzaga, presidente de SOS Racismo, explicaba el pasado 14 de octubre, que entre los falsos rumores que hay que combatir está el de que “sus negocios están fuera de la normativa y no pagan impuestos”. Unzurrunzaga expresaba que «con unas habilidades comunicativas se trata de ofrecer herramientas para un análisis crítico de la realidad -que siempre es compleja-, para alertar que es necesario un esfuerzo consciente de evitar las generalizaciones más fáciles y echar la culpa al más débil». Y ponía ejemplos de la construcción de ese discurso generalizador extraídos de la sociedad francesa.
Desgraciadamente, no hace falta ir tan lejos para encontrar ejemplos de esas malas prácticas sociales. Visto lo visto, ¿necesita el señor Maroto formación antirracista? ¿Quizá también comercial?
(Artikulua ez da egunkariaren web orrian agertzen. Hona hemen argazki -txar- bat 🙂
Postdata:
Al alcalde no le ha gustado el artículo. Ayer escribió en un tuit:
“Después de leer hoy a Amelia Barquín veo que hay profesores universitarios que hablan de comercio sin saber lo que opinan los comerciantes”.
Bonita perla. Es como lo del diálogo “entre vecinos e inmigrantes”, donde quedaba claro que para el hablante los inmigrantes no entraban en la categoría de vecinos (¿no basta con vivir en el sitio para ser vecino?). Parece que para Maroto comerciantes son sólo los de origen autóctono; a los otros no los considera como tales (¿no basta con tener comercio para ser comerciante?). Hay que ver qué cosas. Y luego está el tema de con qué comerciantes concretos habla el alcalde de estas cuestiones, claro.
En fin, más interesante son los tuits de respuesta:
Iñaki Ullibarri:
«[…] no creo q dar licencias a Mercadona (o a Carrefour o a….) sea lo q quieren los comerciantes todos de Gasteiz»
Ruben Sanchez:
“Los comercios «tradicionales» tb querrán lonjas + baratas, – impuestos, – gran superficies, pero caña al inmigrante es + fácil”
Bai, ados nago zuekin.
Egia esan, albistea entzun nuenean nik ere pentsatu nuen nabarmenegia zela, eta horren atzean intentzio itsusia ezkutatzen zela, seguru. Okerrena da, haien diskurtsoarekin errazegi lortzen dutela gehienok sinis dezagun errealitateaz zabaltzen duten bertsioa, haien bertsioa, errealitate distortsionatua. Zorrotza zure erantzuna, oso ona, ohi duzun legez. Eta oso txarra bere erreakzioa, ez du jakin erantzuten. Ezin eman erantzun ona arrazoirik edo jakintzarik ez duzunean. Eta zuk baduzu. Segi horrela!! Laztan handi bat.
Amelia! Zelako aurkikuntza zure bloga! Zorionak (eta primeran artikulua!)
Besarkada bat Bilbotik
Miguel González
Marotok denetik egiten du, akaso, arrazakeriaren kontrako ikastaro bat ere egingo du. http://marotokdenaegitendu.tumblr.com/